Concluida la Guerra Civil
en abril de 1939, la dura y prolongada contienda había dejado al país con
profundas heridas humanas y económicas. Las destrucciones habían sido cuantiosas
allí donde la lucha se ha producido con mayor dureza o bien la aplicación de la
estrategia bélica, ha desatado la furia del bombardeo, el minado o el incendio.
Según los vencedores, 192 poblaciones resultan
destruidas, al menos en el 60% de su edificación.